miércoles, 20 de marzo de 2013

aeropuerto Menara en Marruecos

Considerado como uno de los más bellos aeropuertos del mundo, el aeropuerto Menara en Marruecos, es un verdadero ejemplo de arquitectura moderna, pero sin desconocer la arquitectura tradicional.
Este aeropuerto es el segundo en importancia de Marruecos y cuenta con vuelos internacionales a diversas ciudades europeas y también vuelos internos.
Su diseño apunta a la creación de un espacio donde la luz se escabulle por los intersticios creados por la decoración de arabescos que recubre los cristales, a semejanza de los vanos tradicionales de la arquitectura mudéjar, que se recubrían con tallas de piedra formando verdaderas filigranas pétreas, que dejaban pasar la dosis justa de luz al interior, evitando que el calor abrazador del desierto ingresara a los recintos. Este principio se mantuvo intacto en esta obra de arquitectura moderna, que nos permite una visión del exterior constante a lo largo de la enorme estructura del techo.

Descripción del aeropuerto Menara en Marruecos

Este proyecto gira en torno a tres ideas básicas: brindar una versión contemporánea de la arquitectura marroquí tradicional. Desarrollar un entorno seguro y amigable. Conjugar materiales y técnicas actuales y tradicionales, en una aplicación nueva y fresca.
El aeropuerto cuenta además con varios cafés y un mercado a pequeña escala, donde los visitantes pueden adquirir artesanías locales.
Dispone de dos terminales, una para vuelos nacionales y otra para vuelos internacionales. Además cuenta con una zona de estacionamiento próxima a las terminales, con capacidad para 360 vehículos.
Entre los servicios que la terminal brinda está la capilla y un centro médico de primeros auxilios.
El aeropuerto cuenta con un sector viejo y con un sector remodelado, que es el que sustenta la estructura de la cubierta calada que ofrece un interesante juego de luces y sombras a lo largo del día, lo que la convierte en un espacio muy iluminado y rico en matices.
En uno de los extremos del vestíbulo está uno de los bares, con venta de periódicos. En el extremo opuesto se encuentran las oficinas.
La fachada está integrada por una estructura que forma 24 rombos y tres triángulos, emplazados sobre las puertas de entrada. Todos ellos recubiertos por vidrio con arabescos impresos sobre su superficie.
El interior fue ornamentado al estilo marroquí tradicional, con sofás y butacas tapizadas con tejidos típicos. La estructura del techo está conformada por un enrejado recubierto de aluminio blanco, que permite la entrada de la luz natural, en una magistral conjunción de diseño modernos con el tradicional, al igual que la zona antigua de la terminal que conserva las columnas con mosaicos de forma romboidal. El pavimento es de granito oscuro que contrasta con la estructura del techo que es de un color muy claro.


Pero el recurso más interesante de esta innovadora construcción está en su techo, el cual fue dotado de un esqueleto de acero que sustenta 72 pirámides fotovoltaicas recubiertas por pequeñas placas que imitan el diseño de los mosaicos tradicionales musulmanes. El patrón del mosaico permite enmascarar la nueva tecnología con el diseño tradicional.

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